Examen pélvico
¿Qué es? El dolor durante o después de las relaciones sexuales se conoce como dispareunia. Aunque este problema puede afectar a los hombres, es más frecuente en las mujeres. Las mujeres con dispareunia pueden tener dolor en la vagina, el clítoris o los labios. Existen numerosas causas de dispareunia, muchas de las cuales son tratables. Las causas más comunes son las siguientes:SíntomasLas mujeres con dispareunia pueden sentir un dolor superficial en la entrada de la vagina, o un dolor más profundo durante la penetración o el empuje del pene. Algunas mujeres también pueden experimentar una fuerte tensión de los músculos vaginales durante la penetración, una condición llamada vaginismo.
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Dispareunia
La dispareunia (/dɪspərˈuniə/ dis-pər-OO-nee-ə) es una relación sexual dolorosa por causas médicas o psicológicas. El término dispareunia abarca tanto la dispareunia femenina como la masculina, pero muchas discusiones que utilizan el término sin mayor especificación se refieren al tipo femenino, que es más común que el masculino. En el caso de las mujeres, el dolor puede producirse principalmente en la superficie externa de los genitales, o en la parte más profunda de la pelvis al ejercer una presión profunda contra el cuello uterino. Desde el punto de vista médico, la dispareunia es una disfunción del suelo pélvico y con frecuencia está infradiagnosticada[1]; puede afectar a una pequeña porción de la vulva o la vagina o sentirse en toda la superficie. Entender la duración, la localización y la naturaleza del dolor es importante para identificar las causas del mismo.
Numerosas causas físicas, psicológicas y sociales o de relación pueden contribuir al dolor durante los encuentros sexuales. Por lo general, son múltiples las causas subyacentes que contribuyen al dolor. El dolor puede ser adquirido o congénito. Los síntomas de dispareunia también pueden aparecer después de la menopausia. El diagnóstico suele realizarse mediante una exploración física y una historia clínica.
Comentarios
Experimentar algún dolor o molestia antes, durante o después de las relaciones sexuales puede afectar a mujeres de todas las edades. Pero hay tratamientos disponibles, y puedes buscar ayuda. Si notas que las relaciones sexuales son a menudo dolorosas, deberías visitar a tu médico para comprobar que no hay causas subyacentes.
El dolor profundo es cuando sientes dolor en lo más profundo de la pelvis, por ejemplo, cuando tu pareja empuja, o cuando el pene, los dedos, la ayuda sexual o el juguete están completamente dentro de ti. El dolor puede ser una sensación de ardor, desgarro o dolor.
El vaginismo es una afección que hace que los músculos que rodean la vagina se tensen por sí solos. Suele ocurrir cuando se toca la zona genital. Esto puede ocurrir antes o durante las relaciones sexuales, al intentar introducir un tampón o durante un examen pélvico.
No es necesario mantener relaciones sexuales si son dolorosas. Acude a un médico con el que puedas hablar abiertamente. A menudo, los problemas que causan el sexo doloroso pueden tardar un tiempo en desaparecer. Seguir manteniendo relaciones sexuales mientras son dolorosas puede retrasar su recuperación.
A algunas mujeres les ayuda acudir a un fisioterapeuta especializado en fisioterapia del suelo pélvico. Para otras, un psicólogo puede hablar contigo sobre los problemas psicológicos o de pareja que puedan estar contribuyendo a ello.
Disquecia
Afortunadamente, la causa del sexo incómodo a veces puede ser fácil de averiguar, dice Shari Lawson, M.D., director de la división de Obstetricia y Ginecología General, en el Hospital Johns Hopkins. «Las relaciones sexuales dolorosas pueden estar causadas por una infección o un desequilibrio hormonal», dice. La buena noticia es que estas cosas son fáciles de tratar.
Tu médico analizará tu historial sexual y te hará un examen interno. Si el médico sospecha que se trata de una infección por hongos o una vaginosis bacteriana (una infección de la vagina causada por bacterias), tomará una muestra de tu flujo vaginal y la examinará al microscopio en busca de signos de infección. Los médicos también comprueban los niveles de pH de la vagina. Un pH demasiado alto apunta a una vaginosis, pero una infección por hongos suele tener un pH vaginal normal.
El médico también examinará la vagina y la vulva, la parte exterior de los genitales, en busca de otras lesiones que puedan contribuir al dolor. También es posible que te examine en busca de enfermedades de transmisión sexual mediante un análisis de orina o un hisopo vaginal.
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