Crao brao
Este estudio fue aprobado por la Junta de Revisión Institucional de la Facultad de Medicina del Hospital Ramathibodi y se basó en la Declaración de Helsinki. El paciente dio su consentimiento informado por escrito antes de participar en el estudio.
Se obtuvo el consentimiento informado por escrito de la paciente para la publicación de este informe de caso y de las imágenes que lo acompañan. Una copia del formulario de consentimiento está disponible para ser revisada por el Editor de esta revista.
Acceso abierto Este artículo se distribuye bajo los términos de la licencia Creative Commons Attribution 4.0 International License (http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/), que permite su uso, distribución y reproducción sin restricciones en cualquier medio, siempre que se dé el crédito correspondiente al autor o autores originales y a la fuente, se proporcione un enlace a la licencia Creative Commons y se indique si se han realizado cambios. La renuncia a la Dedicación de Dominio Público de Creative Commons (http://creativecommons.org/publicdomain/zero/1.0/) se aplica a los datos puestos a disposición en este artículo, a menos que se indique lo contrario.
Crao clopidogrel
Objetivo/antecedentes: la oclusión de la arteria central de la retina (OACR) suele ser un acontecimiento que causa ceguera y no es una presentación infrecuente en el servicio de urgencias. La base de evidencia que apoya las opciones de tratamiento actuales es débil.
Resultados: el pronóstico visual asociado a la OACR sigue siendo malo, y las prácticas terapéuticas actuales no han demostrado su utilidad. El no oftalmólogo del servicio de urgencias debe tumbar al paciente y administrarle una dosis de acetazolamida intravenosa en un intento de mejorar la presión de perfusión de la retina.
Conclusión: el tratamiento de la oclusión aguda de la arteria central de la retina no ha cambiado en los últimos 30 años, aunque los beneficios potenciales del tratamiento fibrinolítico intraarterial superselectivo justifican su evaluación en un ensayo controlado aleatorio. La identificación de la patología subyacente es un componente esencial de la atención médica, y todos los casos deben ser seguidos por un oftalmólogo debido a la posibilidad de rubeosis ocular.
La obstrucción de la arteria central de la retina o de sus ramas no es una presentación infrecuente en los servicios de urgencias, y la incidencia combinada de la oclusión de la arteria central de la retina (OACR) y de la oclusión de la arteria ramificada de la retina (OAR) se sitúa entre el 0,5 y el 1,5 por cada 1.000 visitas oftalmológicas iniciales.1 Los hallazgos fundoscópicos asociados a la oclusión de la arteria central de la retina fueron descritos por primera vez por von Graefe en 1859, y hay poco que añadir a su relato original.2 La obstrucción de la circulación arterial de la retina es un acontecimiento clínico importante, no sólo por el resultado visual y las complicaciones oftálmicas, sino también por el aumento de la morbilidad y la mortalidad sistémicas entre estos pacientes.3, 4 En este artículo revisamos la literatura actual relacionada con la OACR y la ORA, y discutimos los avances recientes en el diagnóstico y el tratamiento de este acontecimiento agudo.
Actualización de la oclusión de la arteria central de la retina
Historia de la enfermedad actual: El paciente describió una mancha negra repentina en su visión que se extendió por todo su campo visual OS en un lapso de 15 minutos. Condujo directamente a su optometrista. El optometrista documentó agudezas visuales de 20/40 OD y visión de percepción de luz (LP) OS. Se observó que el paciente tenía un examen de fondo de ojo normal. El paciente fue enviado a la Universidad de Iowa para una evaluación adicional al día siguiente.
PMH/FH/POH: enfermedad arterial coronaria s/p CABG y angioplastia con balón, endarterectomía carotídea derecha (años 80), stent carotídeo izquierdo (endovascular) recientemente con hemiparesia derecha transitoria (resuelta). No hay antecedentes de cirugías oculares ni de traumatismos. MEDIOS: ASA, Plavix, nitroglicerina PRN y pastillas de alfalfa.
Figura 1: DFE OS. Esta fotografía de fondo de ojo de montaje del ojo izquierdo demuestra la mancha rojo cereza típica de una oclusión de la arteria central de la retina (CRAO). También hay un exudado y hemorragia superior al disco y cambios en la vasculatura que se muestran con más detalle a continuación.
Oclusión de la arteria central de la retina
Una oclusión sintomática de la arteria retiniana es una emergencia oftalmológica que requiere una evaluación inmediata y el traslado a un centro de ictus. Se trata de una obstrucción del flujo sanguíneo de la retina que puede deberse a un émbolo que provoca la oclusión o la formación de un trombo, a una vasculitis que provoca la inflamación de la vasculatura de la retina, a un daño traumático de la pared del vaso o a un espasmo. La falta de suministro de oxígeno a la retina durante la obstrucción suele provocar una grave pérdida de visión en la zona de la retina isquémica. Los pacientes a menudo sufren un accidente cerebrovascular isquémico silencioso concurrente[1]. No hay tratamientos basados en la evidencia que hayan demostrado tener un beneficio visual, y un meta-análisis de 2015 sobre la fibrinolisis sugiere que muchas intervenciones pueden ser perjudiciales o incluso mortales[2].
La oclusión de la arteria retiniana puede producirse en cualquiera de los vasos que irrigan el ojo. La principal arteria que irriga el ojo y las estructuras circundantes es la arteria oftálmica. La arteria central de la retina es la primera rama de la arteria oftálmica y suministra fibras nerviosas al nervio óptico y a las capas internas de la retina. Tras entrar en el ojo, la arteria central de la retina se divide en ramas superior e inferior. Además, la arteria cilio-retiniana es una rama de las arterias ciliares cortas posteriores, que es una rama separada de la arteria oftálmica.