Urgencias los gladiolos

Aprendo en casa TV Primaria 3.° y 4.° Matemática – 13 de mayo

«Necesitaríamos tres años para contar la historia, siendo optimistas», dice Mirta Colón Pellecier, sentada en la puerta de su apartamento de la Sección 8 en una calurosa tarde de marzo. Una ligera brisa entra por la puerta abierta y es atrapada por un ventilador, soplando el aire fresco en la sala de estar. Una fotografía enmarcada de Colón y sus seis hijos adultos está sobre una mesa a su derecha. A su izquierda, el hijo menor de Colón está sentado en la cocina con su novia, preparándose para salir a trabajar en su segundo empleo. «Tenía nueve años cuando me mudé a Gladiolas. Mi hija tenía 13».

«Nos dimos cuenta de que había otras intenciones que mantener la comunidad. Oficialmente, no se dijo nada. Pero lo sabíamos», dice Colón, de 63 años, que se mudó a Las Gladiolas en 2001 y ha pasado los últimos 18 años organizándose en nombre de su comunidad. Recuerda una campaña de abandono y acoso por parte de los funcionarios públicos, la administración privada y la policía insular tan extrema que la vida en Las Gladiolas ya no era soportable. Los residentes organizados que exigían mejores condiciones de vida pasaron casi una década resistiendo las órdenes de desalojo. Al final, el departamento calificó la eliminación de un servicio público vital como una iniciativa para reactivar la comunidad y los barrios circundantes, lo que dio lugar a la demolición de las torres en julio de 2011. Ocho años más tarde, la preocupación de los residentes de que los desalojos dieran lugar a un desplazamiento permanente de los miembros de la comunidad ha demostrado ser válida. Hasta septiembre, solo 14 antiguos residentes han conseguido reubicarse en un complejo de viviendas de gestión privada y de ingresos mixtos construido en el mismo lugar, llamado «Renaissance Square.»

Los Pingüinos – Ángel de la Tierra (Will You Be Mine)

Las personas procedentes de la Unión Europea, Noruega, Liechtenstein e Islandia, que forman parte del Espacio Económico Europeo, tienen derecho a la asistencia sanitaria inmediata en caso de sufrir una enfermedad inesperada o un accidente, siempre que demuestren que tienen derecho a la asistencia sanitaria nacional en sus países de origen, mediante la presentación del formulario E-111 (Urgencias vitales) o del E-112 (Enfermedad crónica)

Ministerio de Trabajo y Asuntos SocialesInstituto Nacional de Seguridad SocialTel: 900 166565No olvide que el SERVICIO CANARIO DE SALUD no cubre todos los tratamientos que pueden estar cubiertos en su país de origen. Este es el caso, por ejemplo, de los tratamientos dentales.

Consultorio de Tamaimo. Avda. General Gorrín, 71Tfno: 922 86 34 36Consultorio de Santiago del Teide.C/ Catalina Lorenzo Cáceres, 1Tfno: 922 86 33 85Consultorio de Puerto de SantiagoC/ Herrador, 20Tfno: 922 86 71 28

Sally Field gana un Oscar® por «Lugares del corazón»

Los facilitadores de PodSquad vestidos de girasoles trabajan con Isabella (izquierda) y Allyson (derecha), que van vestidas de mariposas, para ayudar a educar a los niños sobre la polinización en una reciente sesión de Peas in a Pod. | Henry Barajas

Los coches empiezan a alinearse a lo largo de East Redondo Beach Boulevard el domingo por la mañana temprano. Familias de Compton y de toda la zona de Los Ángeles caminan entre hileras de hojas de mostaza y túneles de vides de guisantes dulces de dos metros de altura. Las hileras de hojas de mostaza y vides de guisantes crecen en lo que antes era un terreno vacío propiedad de la iglesia de San Alberto Magno en West Rancho Dominguez, una comunidad al oeste de Compton. Ahora es el hogar de Alma Backyard Farms, una organización sin ánimo de lucro fundada por Richard García y Erika Cuéllar. La pareja de recién casados ha convertido este amplio espacio de 2.000 metros cuadrados en un centro de aprendizaje para niños, un programa de reinserción y un huerto urbano con 64 camas elevadas, plátanos y más de 30 hileras de cultivo. Hay cestas de la compra disponibles, como en cualquier tienda de comestibles.

Urgencias los gladiolos 2022

En el proyecto de vivienda pública Residencial José A. Aponte de Aguadilla todo es incertidumbre. Aunque la Administración de Vivienda Pública (AVP) lo tiene en su lista para una posible demolición por estar en una zona propensa a inundaciones, los residentes desconocen los detalles y dónde vivirán.

Ana María Esteves, que vive en este complejo desde hace 58 años, confirma que se enteró de la posible demolición por sus vecinos, pero hasta ahora, American Management, la empresa que administra el proyecto de viviendas que ha sido su hogar durante «toda una vida», no ha dicho nada sobre esos planes.

Wilfredo Benejan Acevedo está de acuerdo con ella. Se enteró de las intenciones del gobierno por comentarios de la gente y por la radio. Está preocupado, dijo, ya que vive allí desde hace 40 años con su madre. Otros familiares también viven en el complejo. Si finalmente tiene que marcharse, espera poder quedarse al menos en Aguadilla.

Ana María Esteves asegura que se enteró de la posible demolición del complejo de vivienda pública José Aponte en Aguadilla por los vecinos.Foto de Jeniffer Wiscovitch Padilla | Centro de Periodismo Investigativo